Situado en la isla de Bali en
Indonesia, se encuentra el Monte Agung, tiene una altitud de 3,031 msnm
y en la cumbre tiene un cráter profundo con un diámetro de 800 metros que
ocasionalmente expulsa humo y cenizas.
La erupción que tuvo en 1963
fue una de las más grandes y devastadoras en la historia de Indonesia,
pues las cenizas llegaron hasta Yakarta, a 1000 kilómetros de distancia, el 18
de febrero de ese año, los habitantes escucharon fuertes explosiones y vieron
nubes elevándose desde el cráter del volcán. Para el 24 de febrero, la lava comenzó
a fluir, cubriendo una distancia de 7 km en los siguientes veinte días. Y
fue el 17 de marzo, que el volcán entró en erupción lanzando escombros a una
distancia de 10 km en el aire.
Esta erupción destruyó
numerosas aldeas, causando la muerte de 1500 personas. Además, después de la
erupción hubo fuertes lluvias que causaron la muerte de 200 personas. Una
segunda erupción ocurrió el 16 de mayo y provocó la muerte de otros 200
habitantes. Después siguieron erupciones y flujos menores durante casi un año.
Ahora en 2017 el pasado 21 de noviembre, hace apenas una semana, se
registró una pequeña erupción y la nube de cenizas alcanzó los 3 842 msnm, más
de 29 mil habitantes aledaños huyeron de inmediato a algunos albergues.
El 25 de noviembre hubo una segunda erupción, lo que provocó la
cancelación de vuelos con destino a Australia y Nueva Zelanda, y para el día
siguiente 26 de noviembre se registró otra erupción.
El aeropuerto de Bali fue cerrado dejando a muchos turistas varados. Al
día de hoy más de 100.000 personas en un radio de 10 km del volcán han recibido
la orden de evacuar, pues se espera que el volcán muestre finalmente todo su
poder en estos próximos días.
Se sabe que más de 5 millones
de turistas visitan cada año la isla paradisiaca para disfrutar de sus playas y
de su tranquilidad y están a la espera de saber las afectaciones que tendrá
esta erupción en la economía de este lugar.
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